miércoles, 19 de diciembre de 2012

Aló Paraguay (por dos días)

Largos fueron los 500 kms. desde Campo Grande hasta Salto del Guairá, Paraguay, o por lo menos largos para nosotros, que acostumbramos hacer tramos de no más de 300 kms diarios, a la vertiginosa velocidad de 90 kms/h. Llegamos a Salto sin muchas expectativas, pero con ganas de aunque sea hablar español por un día. Allí, el cambio de cultura se siente pero no tanto. Como toda ciudad fronteriza, las culturas se entremezclan. En este caso, Salto del Guairá se alimenta de Brasil más de lo que Brasil se alimenta de ella. Nos encontramos con una ciudad en donde el comercio mueve todo, y los brasileños llegan todos los días para aprovechar la baratija, libre de impuestos y regulación que existe en Paraguay. Te hablan en Portugués y te quieren vender de todo, simil Ciudad del Este. Pero una vez más, nuestro camino pasaría por otro lado, tendríamos la suerte (o destino) de cruzarnos con gente increíble. 

Mientras comíamos algo en un puesto callejero, Carlos, sentado en un grupo próximo a nosotros, nos invita a probar su Caipirinha, segun él, la mejor de todas. Después de acceder a tomar tan exquisito trago, se armó la charla y el ida y vuelta. Se asombraron de nuestro periplo por Latinoamérica y Carlos, junto con su novia Fati, confesaron su deseo de hacer el mismo de acá a unos años. Una hora después, la charla se trasladó a su casa, en donde, Caipirinhas de por medio, nos quedamos hasta altas horas hablando de Paraguay, de música y de la vida. Nos invitó a quedarnos ahí, entonces estacionamos nuestra viajera en la puerta de su casa para pasar la noche. Al día siguiente conoceríamos a Osmar (padre) y toda la familia Golin, otra familia que abría su corazón a LatinoameriKangoo. Fueron dos días y dos noches al final, en donde aprendimos de la vida en la frontera y conocimos grandes personas. Además, nos dejaron lavar toda nuestra ropa sucia! Por siempre agradecidos con los Golin.





No hay comentarios: